Los libros "Canónicos" e inspirados
No es lo mismo decir libros canónicos que libros inspirados. Ortega (2002) afirma que: "no hay que identificar lo ‘canónico’ con lo ‘inspirado’, … todos los libros canónicos están inspirados, pero no todos los libros inspirados son aceptados como canónicos".
Los libros que ha aceptado la comunidad de los fieles cristianos, la Iglesia como fieles representantes de nuestra fe y costumbres son los que últimamente fueron llamados: protocánonicos y deuterocanónicos. Ortega (2002) los define de la siguiente manera:
Los Libros protocanónicos son aquellos que siempre fueron admitidos por la Iglesia como inspirados y como norma de fe y costumbre.
Los libros deuterocanónicos son aquellos que la iglesia ahora admite como inspirados, pero que no los habría considerado como tales en algún momento del pasado.
Los criterios de canonicidad varían según las comunidades cristianas, es decir, para los protestantes sólo valen los criterios internos, en cambio los católicos solo se basan en el criterio externo.
Según Ortega (2002) la Iglesia confeccionó el canon de Libros Sagrados por vía de exclusión: eliminando aquellos escritos que de alguna forma no transmitían fielmente la vida, las obras y el mensaje del Maestro Jesucristo, y eligiendo los escritos que mejor lo expresaban… Sólo que este criterio es el de la Tradición viva de la misma Iglesia que, asistía por el espíritu, se autodefine, obedeciendo a cristo, y acepta las normas que piensa le sirven de modelo para alcanzar la salvación eterna.
(Fuente: Presentación General a la Biblia. Elaborado por Cesaria Angela Lubes Colella)
lunes, 31 de mayo de 2010
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